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Las políticas de gestión del lobo ibérico en Galicia son insuficientes

La protección del lobo es imprescindible en la comunidad gallega, donde las políticas de gestión sobre la especie han fracasado a lo largo de los años. Así lo recoge Galicia Ambiental de la Asociación Grupo Lobo Galicia. Esta reacción se produce después de que un diario gallego (al igual que muchos otros a nivel autonómico y a nivel nacional) haya publicado una información en la que se indica que Galicia, Asturias, Castilla y León y Cantabria vienen de llevar la gestión del lobo a Bruselas. Las comunidades reclaman que la estrategia aprobada por el MITECO que busca proteger a esta especie y fomentar su expansión no es necesaria en el norte del Duero, donde las comunidades de lobos no están en regresión, sino que están aumentando. Sin embargo, argumentario de la Consellería según el que la población se encuentra en una situación favorable no viene respaldado por ningún estudio contrastado, a pesar de que se alude reiteradamente a un nuevo censo regional, del cual se desconocen públicamente sus resultados. Llama la atención que, en este tiempo, la Xunta no saque a la luz dichos números ya que así podría respaldar, de un modo incuestionable, su tesis sobre que el lobo en Galicia ha mejorado su población y esta estaría en un estado favorable, aspecto que invita a pensar suspicazmente que las manadas de lobo no estarían tan boyantes como se quiere hacer ver.

La información también revela que la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, aseguró que, en Galicia, donde llegan a producirse “hasta seis ataques de lobos al día” y “que viene a ser poco más de un 5 % del territorio”, hay “más manadas de lobos que todo Francia y Portugal juntos”. Vázquez también ha indicado que del análisis realizado por la Xunta sobre la dinámica poblacional de la especie, su área de distribución natural y las perspectivas futuras durante el período 2013-2018, se concluyó "claramente" que el lobo presenta un estado de conservación "favorable".

Grupo Lobo Galicia, asociación creada para la defensa del lobo ibérico y la conservación de sus hábitats en la comunidad autónoma gallega, defiende que la protección legal del lobo es “necesaria e imprescindible para asegurar la supervivencia de un depredador apical, clave para la recuperación del equilibrio ecológico que debería imperar en nuestros ecosistemas terrestres”. En este sentido, el desequilibrio generado por la presión cinegética ejercida sobre el lobo y sus presas naturales es la causa de la mayor parte de las incidencias del lobo con la ganadería extensiva.

El lobo es “una joya ecológica y cultural y a las joyas se las tiene que proteger”. Según la asociación, esta especie mantiene los ecosistemas sanos y en equilibrio. Además, forma parte del patrimonio de nuestra biodiversidad, por lo que su protección es imprescindible para el desarrollo de actividades de desarrollo sostenible basadas en la observación de la fauna. Esto se está presentando en muchas regiones como uno de los principales motores de desarrollo rural, lo que contribuye “de manera notable a la fijación de la población rural en cada vez más municipios de nuestra geografía”.

En este sentido, Grupo Lobo afirma que en Galicia existe “un amplio margen de mejora en la implementación de medidas preventivas que favorezcan la coexistencia del lobo y la ganadería”. La asociación recuerda que “no podemos pretender egoístamente quedarnos con todo y transformar todos los recursos naturales en dinero para nosotros y que el resto de las especies vivas no reaccionen. Tenemos que formar parte de su equilibrio natural y si rompemos este equilibrio, está claro que nos afectará y de forma grave”. Además, subraya que “nosotros como asociación no cuantificamos los daños”, pero los estudios publicados siempre reflejan una incidencia menor al 1%, algo que “económicamente hablando debería ser asumible de sobra”. Por ello, “con prevención, educación y ayudas, la convivencia con el lobo es posible”.

Por ello, la asociación destaca que sorprende el veto de Galicia a la inclusión del lobo en el Listado de Especies en Régimen de Protección Especial, “cuando claramente sus políticas de gestión sobre la especie han fracasado y carece en la actualidad de cupos de caza o eliminación significativa de ejemplares vía batidas autorizadas”. Es necesario “alejar al lobo del control letal, tanto el legal como el ilegal”. Grupo Lobo recuerda que los controles de poblaciones de lobos se realizan pese a no estar científicamente probado que la eliminación de ejemplares tenga incidencia en la disminución de daños al ganado: “Vista la experiencia de Galicia en la última década, observamos que de nada han servido las estrategias basadas en batidas a la especie”.

La inclusión del lobo ibérico en el LESRPE “debe ir pareja a una necesaria revisión acerca de las causas de la fragmentación y deterioro del hábitat del lobo en particular y de los ecosistemas en general, sobre todo las que desencadenan los cambios de usos del terreno, con el objeto de poder optimizar la eficacia las estrategias de conservación que afectan al cánido”. Además, es fundamental para la viabilidad del lobo ibérico “frenar la actual política inversa de conservación liderada por la administración gallega”. En este sentido, la asociación cita las plantaciones masivas de eucaliptos y los gigantes parques eólicos, que son “la bandera de la degradación del hábitat de la especie en Galicia y del abandono del mundo rural”.

Destrucción de los ecosistemas naturales

En relación con esta degradación, la asociación hace hincapié en que los incendios constituyen el problema ambiental más grave por la extensión de destrucción que generan y el tiempo que se necesita para recuperar el entorno. Además, la recuperación nunca es completa y hay especies que desaparecen para siempre. Si a los incendios se unen las plantaciones masivas de eucaliptos y los proyectos de parques eólicos, “no hay duda de que en Galicia se puede hablar de una destrucción generalizada de los ecosistemas naturales, de los hábitats autóctonos”. Todo ello repercute gravemente sobre los grandes depredadores y en muchas áreas (si se le une los ataques de furtivos) puede ser causa de su desaparición.

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