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El potencial eólico de Galicia atrae a Maersk para fabricar metanol verde

Maersk, la segunda mayor naviera de contenedores del mundo, tiene previsto que España se convierta en uno de sus grandes centros de abastecimiento de combustible renovable para su flota. En este sentido, se plantea construir en Galicia y Andalucía fábricas de metanol verde, un combustible bajo en carbono que puede producirse a partir de fuentes renovables y que requiere del hidrógeno verde para ser producido. La multinacional danesa necesitará una gran cantidad de energía renovable barata para elaborar combustible, y que haya optado por las dos comunidades autónomas mencionadas no es casualidad: en Galicia hay mucha energía eólica y en Andalucía muchos parques fotovoltaicos. El problema es que, en el caso gallego, ya no hay territorio para más parques eólicos. El acuerdo está valorado en 10.000 millones de euros de inversión, siendo así la mayor alianza industrial de España. De esa cifra, alrededor del 40% se destinará a las fábricas, siendo el resto destinado a la construcción de instalaciones renovables que producirán la electricidad necesaria para obtener hidrógeno verde y, a partir de él, metanol. De momento, Maersk ya ha encargado 19 buques capaces de funcionar con metanol verde para ponerlos en funcionamiento entre el 2023 y el 2025. De esta manera, la multinacional pretende seguir navegando de la mano de las energías verdes. El proyecto comenzará con la puesta en marcha de plantas de producción de combustible renovable en las localizaciones elegidas. La idea es integrar en ambas ubicaciones la producción de hidrógeno verde que, junto con el CO2 capturado de la biomasa, se emplea para sintetizar el metanol renovable. Además, el proyecto exige la operación de entre 20 y 80 parques eólicos y solares, con unos 40.000 megavatios (MW) de capacidad. La primera planta (que aún no se sabe si será gallega o andaluza) estará dedicada a la producción de metanol verde y entraría en operación en 2024, con perspectivas de alcanzar la producción de un millón de toneladas de metanol en 2027. ¿Qué es el metanol verde? El metanol verde por el que ha apostado Maersk es un combustible bajo en carbono que tiene muy diversos usos industriales. Su principal característica es que puede producirse a partir de fuentes renovables o mediante moléculas de dióxido de carbono capturadas directamente de la atmósfera. Esta es su principal diferencia con el metanol convencional, que proviene del gas natural (por lo que es un combustible fósil). Un dato muy importante es que el metanol verde requiere de otra energía renovable para ser producido: el hidrógeno verde. El hidrógeno corriente se obtiene separando la molécula del agua con electricidad (para lograrlo es necesario utilizar carburantes muy contaminantes), mientras que el hidrógeno verde se puede obtener usando energías renovables. Se logra a través de la electrólisis del agua empleando energía sostenible como la eólica o la fotovoltaica. Según la Comisión Europea, el transporte marítimo produce un 14% de los gases contaminantes que se generan a nivel mundial. En este sentido, la Organización Marítima Internacional se ha comprometido a que en 2050 se reduzcan un 50% las emisiones generadas por todo el sector. Con relación a esto, la Unión Europea ha indicado que las empresas que pertenecen a esta industria deben rebajar un 4,2% sus emisiones cada año para llegar al objetivo marcado para el 2050. Así, Maersk apuesta por el potencial eólico de Galicia para conseguirlo. El hidrógeno verde requiere el triple de volumen de lo necesario Josep Nualart, investigador en energía y clima en el Observatori del Deute en la Globalització (ODG) indica que “estamos totalmente en contra de que se ponga sobre la mesa el planteamiento de que el hidrógeno puede actuar como el vector energético del futuro”. En este sentido, apunta que la mayoría de usos actuales de los combustibles fósiles se pueden reemplazar por energías renovables, quedando el hidrógeno para algunas actividades industriales. "A pesar de las promesas de que su origen será verde, ahora el 99% se produce con el petróleo y el gas como materia prima". El investigador lamenta que se otorgue al hidrógeno un papel principal en la transición energética, cuando éste debería ser residual. Así, recalca que "el hidrógeno verde requiere el triple de volumen de lo necesario, perdiendo así dos terceras partes de energía". Ante la ineficacia del hidrógeno, el investigador apuesta por las energías renovables (como la solar, la fotovoltaica y la eólica) como motores del cambio de paradigma. Desde el ODG se defiende un modelo alternativo, que no ponga el foco exclusivamente en los macroproyectos, sino que se impulse una red de distribución descentralizada; que facilite el acceso de la población a los puntos de suministro; y que acabe con el oligopolio de ciertas empresas energéticas. Por otra parte, Marcos Rupérez Cerqueda, ingeniero industrial y colaborador de OBS Bussiness School, explica que, para generar 1 kg de hidrogeno verde, hacen falta 50 KWh. Como referencia energética, eso implica una eficiencia de un 70% en la generación. Rupérez también revela que España es uno de los países en Europa con mayor recurso renovable endógeno, porque “tenemos más sol, más viento y más territorio en proporción a población que nadie”. A continuación, subraya que el hidrógeno verde no es una fuente de energía sino una manera de utilizar esas energías renovables en aplicaciones en las que habitualmente es complicado. Posicionamiento de Galicia en materia de hidrógeno La Consellería de Economía, Industria e Innovación de la Xunta de Galicia indica que, dentro de la Agenda Energética de Galicia 2030 se contempla (como uno de los objetivos prioritarios) el desarrollo de las energías renovables. Una de las actuaciones previstas en este sentido será la implantación de un Hub de hidrógeno verde con una potencia instalada total de electrolizadores de entre 500 y 1000 MW, con el que se podrían obtener hasta 105.000 toneladas al año para diversos usos como por ejemplo la movilidad y el transporte, diferentes procesos industriales, usos térmicos, cogeneración o almacenamiento energético. De esta manera, el Hub podría contribuir a la descarbonización de actividades de difícil electrificación. Entre los proyectos que se pueden desarrollar en Galicia, destaca la iniciativa de Reganosa y EDP Renovables para instalar una planta pionera de producción de hidrógeno renovable en las Pontes de García Rodríguez, que supondrá una inversión de 156 millones de euros. Tendrá una capacidad instalada inicial de 20 megavatios, aumentable hasta los 100 MW. Se trata de la primera iniciativa de la comunidad para la que la Xunta tiene autorizada su tramitación como Proyecto industrial Estratégico (PIE), facilitando así su materialización. Galicia también ha declarado Iniciativas Empresariales Prioritarias varios proyectos que emplean hidrógeno verde, como es el caso de Armonía Green Galicia (383M€), una planta de producción y almacenamiento de hidrógeno y amoniaco verde en el puerto exterior de punta Langosteira (A Coruña) o las planta de metanol verde (con producción y uso industrial de hidrógeno verde) que promueve tanto Iberdrola en Caldas de Reis bajo el nombre Green Umia, como Forestal del Atlántico (131M€) en Mugardos con el nombre Triskelion. Junto a estos proyectos, destacan otras iniciativas como el proyecto Julio Verne en Vigo que cuenta con el apoyo de la Autoridad Portuaria de Vigo y Anfaco. Por otra parte, la Consellería indica que, el año pasado, la Xunta de Galicia lanzó un proceso para identificar las iniciativas relacionadas con el hidrógeno de origen renovable con aplicación en Galicia que habían permitido definir las líneas estratégicas de actuación. Fruto de esta manifestación de interés, se recibieron 51 propuestas de 44 promotores diferentes con una inversión total de más de 3.800 millones de euros. Las propuestas recibidas estaban relacionadas con la generación y almacenamiento de hidrógeno renovable, el relevo de gas natural en los procesos industriales, su utilización como materia prima de componentes, su aplicación en la movilidad, el transporte, el naval y actividades portuarias, así como proyectos relacionados con la I+D+i, la seguridad energética o la constitución de comunidades energéticas locales.

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