Las alergias al polen no solo vienen por primavera
Los estudios dicen que las alergias al polen de gramíneas afectan al 20% de la población, lo que puede llegar al 40% en niños y adolescentes. Las alergias al polen no son anecdóticas. Los que la sufren saben cómo afecta a su calidad de vida: picor de ojos, de nariz, congestión, dolor de cabeza, estornudos, moqueo, asma... Pero el problema no se limita a la afectación de la calidad de vida. Las alergias respiratorias son ventana abierta a infecciones, catarros, anginas, bronquitis. Bacterias y virus aprovechan la irritación de las mucosas.
Además, las alergias al polen causan absentismo escolar y laboral, lo cual origina un coste que debe unirse al de la atención médica, consultas y medicamentos. Aunque es difícil obtener un cálculo, las estimaciones en varios países hablan de un gasto anual de cientos de millones de euros por causa de alergias respiratorias.
Cada año cuando se acerca la primavera los medios de comunicación nos recuerdan el problema de las alergias al polen. El problema va en aumento por causas desconocidas, de manera que algunas proyecciones vaticinan que un 50% de la población europea será alérgico en 25 años. Pero las alergias al polen no son solo de primavera. La alergia a gramíneas es la más frecuente entre las polinosis (reacción al polen). En este caso la costa atlántica europea se beneficia con menores índices de alergia al polen por un clima más frío y menos continental que el interior de la península ibérica. Sin embargo, un nuevo agente alergénico está invadiendo las costas ibéricas. Aunque generalmente olvidadas, las plantas invasoras suponen un impacto en la salud, fundamentalmente a causa de las alergias al polen. En concreto, la especie Cortaderia selloana, comúnmente conocida como plumero o plumacho, se ha convertido en una plaga en las costas atlánticas ibéricas. En 2021 publicamos un estudio riguroso desde el hospital de Valdecilla de Santander en la revista del grupo Nature, Scientific Reports, en el que mostramos que el polen de Cortaderia es alergénico. La gran mayoría de los pacientes alérgicos a gramíneas analizados tenían sensibilización a Cortaderia.
Nos olvidamos de las especies invasoras vegetales cuando hablamos de salud. Y nos olvidamos que algunas polinizan en épocas diferentes a las plantas propias. Especies como Cortaderia selloana constituyen un nuevo problema creciente de salud pública. ¿Por qué es un nuevo problema? Porque esta planta florece a finales de agosto y en septiembre, ya que conserva memoria de su tierra de origen, la pampa sudamericana. Como el plumero, otras especies invasoras son causa de alergia. El urbanismo sin control, el uso de especies como Cortaderia en los taludes de las carreteras, el transporte de semillas con el material o los vehículos de obras, el abandono de suelos degradados por la industria. Todo ello ha plagado de plumeros el litoral atlántico de País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia, también en Francia y Portugal, y se extiende ya por el mediterráneo. Una vez que se fijen en sus plumas, las verán por todos lados. Con el previsto cambio climático la especie irá colonizando cada vez más zonas del interior.
En definitiva, las plantas invasoras como el plumero, plumacho o Cortaderia, no solo son un azote para el entorno natural y la biodiversidad, también para los alérgicos, y no solo en primavera. Por todo ello, hay que actuar ya, y hay que actuar también en las zonas urbanas, donde vive la mayor proporción de personas alérgicas.
Alberto Gandarillas, Doctor en Biomedicina, Investigador Principal , Instituto de Investigación de Valdecilla, Santander.