La mimosa, el otro invasor australiano
La mimosa es, junto con el eucalipto, una de las especies foráneas que más se ha extendido en el monte gallego
Esta especie esta llegando, incluso, a espacios vegetales que permanecieron inalterados hasta ahora
06-03-2019
Aunque el “gran invasor” forestal del norte peninsular es el eucalipto, otra especie australiana, con mucho menos valor económico, se configura como uno de los grandes impactos ambientales del monte gallego, especialmente en las zonas próximas a vías de tren, autovías o cursos de agua…, que funcionan como canales de expansión de su semilla.
La mimosa (Acacia dealbata), es un árbol de la familia de las leguminosas. Crecen y se multiplican con gran facilidad, y tienden a desplazar a las demás especies. Esto es lo que lleva ocurriendo en los últimos años en el monte del norte peninsular donde la invasión de la mimosa se hace cada vez más visible, sobre todo durante su floración puesto que sus intensas y prolíferas flores hacen que la mimosa no pase desapercibida.
En los últimos años se han llevado a cabo estudios sobre la expansión tanto de la mimosa como de otras acacias en esta zona. Una de estas investigaciones ha sido realizada por investigadores de la Universidad de Vigo y de Coímbra y ha profundizado sobre la presencia de la mimosa no solo en Galicia sino en zonas de Portugal. De hecho, en el Parque Nacional de Peneda Gerés en 2017 las mimosas y acacias ocupaban ya 1.000 hectáreas.
Vinculada a los incendios
Algunos de los factores que han favorecido la expansión de las mimosas son los fuegos forestales que llevan años asolando periódicamente la cornisa norte peninsular, dado que en suelos quemados las mimosas proliferan de inmediato. Pero, además, las mimosas son también una de la causas del aumento de la frecuencia e intensidad de los incendios, debido a que estas especies producen una gran cantidad de hojarasca altamente inflamable.
Las mimosas han sido consideradas por los expertos como una de las especies más agresivas del mundo, ya que es alteradora de la fertilidad de los suelos colonizados y disminuye la disponibilidad de agua para otras plantas y cultivos agrícolas o forestales. Además, su semilla mantiene su capacidad de germinación durante décadas.
Presencia en Galicia
A Galicia llegó para su uso ornamental y pronto se plantó en el Ribeiro para obtención de “postes” para el viñedo. La mimosa invadió esta comarca, donde ya supone el 50% del total de su masa forestal, y, ahora, empieza a ocurrir lo mismo con la Ribeira Sacra. En la actualidad, la mimosa es una especie que está prohibido plantar, tal y como recoge la Ley de Montes, y pese a ello su presencia sigue incrementándose en Galicia.
Uno de los factores que ha motivado que la acacia prolifere en el norte peninsular son las similitudes climáticas que encuentra con su lugar de origen y que contribuyen a su desarrollo y naturalización. Su gran capacidad de aclimatización ha permitido que las mismosas y otras especies de acacias tengan presencia en Galicia en zonas incluso de elevada altitud en las que non se han expandido, por el momento, en Australia.
Por otra parte, las características del bosque de pinos, tan frecuente en Galicia, favorece el crecimiento de las acacias que colonizan estos espacios en detrimento de otras especies. Se ha constatado ya su presencia en espacios naturales que permanecían inalterados hasta el momento. Si bien, el bosque de mata parece servir como una barrera natural para frenar su expansión.