Cinco años de los incendios de Chandebrito: acciones y recuperación
El 15 de octubre de 2017, el fuego entraba en la parroquia de Chandebrito (Nigrán) tras tres días asolando diversos puntos de Galicia. La localidad sufrió esa jornada uno de los momentos más trágicos de su historia, convirtiéndose en la “zona cero” de los voraces incendios de ese año. Sin embargo, ese desastre natural y esa parroquia no fueron iguales que el resto de la comunidad gallega, al menos en lo relacionado con la reacción ciudadana y la sensibilización generada en miles de personas respecto al problema de los incendios. El caso de Chandebrito marcó un antes y un después en muchos sentidos.
Así, hay una serie de razones que hicieron que la reacción al fuego de Chandebrito fuera diferente al resto de municipios de Galicia (o incluso de España). Además de la importancia y la trascendencia de los incendios, se dieron tres factores clave: el fallecimiento de dos vecinas de la localidad; la existencia de una Comunidad de Montes con un presidente especialmente sensibilizado con lo que había ocurrido y con la importancia que tenía la recuperación de las especies autóctonas y de la biodiversidad; y la puesta en marcha por parte de la Asociación Galicia Ambiental de una campaña de sensibilización ciudadana que, tanto como el hecho en sí de financiar y realizar plantaciones y dotación de infraestructuras a la parroquia, consiguió que se produjera una gran reacción social inmediata. Esto provocó que (desde programas de televisión hasta colectivos y empresas) se volcaran esfuerzos y presupuestos en la Comunidad de Montes para que se realizara una gran restauración forestal bajo la premisa de recuperar las especies autóctonas; y se generaran diversos beneficios ambientales, tanto presentes como futuros.
Víctor Vidal, presidente de la Comunidad de Montes de Chandebrito, recuerda que el día de los incendios “lo vivimos con bastante temor e incertidumbre”. Desde la Comunidad de Montes se intentó informar a los vecinos de la situación que estaba padeciendo la parroquia, ya que muchos de ellos se encontraban fuera de la misma y no se les permitía el acceso. Además, los vecinos que estaban dentro de la parroquia no podían salir. Por ello, “lo que hicimos durante ese día fue informar a unos y otros de cómo se estaba desarrollando la situación”, explica Vidal.
Los distintos actores en la recuperación forestal, medioambiental, paisajística y etnográfica de la parroquia de Chandebrito tuvieron un papel “muy importante” según Vidal, ya que “desde fuera vinieron a aportarnos ideas, materiales e incluso dinero”. Para la Comunidad de Montes fue fundamental “haber sumado otras voluntades que, además, nos asesoraron y nos llevaron por un camino que en muchos casos también desconocíamos”. En este sentido, Vidal recalca que “si hoy disfrutamos de una parroquia tal y como tenemos en Chandebrito” es gracias a actores como ONG, instituciones públicas y privadas, empresas y colegios, además del esfuerzo de la Comunidad de Montes y vecinos de la parroquia.
Vidal indica que “somos un pequeño ejemplo de cómo hay que acometer las labores tras un gran incendio”. Destaca también la permeabilidad de la Comunidad de Montes, ya que “estuvimos abiertos a todas las propuestas que se nos hicieron desde fuera”. De esta manera, “fuimos cogiendo todas esas voluntades que querían echarnos una mano en la recuperación de la parroquia”, poniendo también la Comunidad de Montes un gran esfuerzo para ayudar a desarrollar esos proyectos. Todo ello “nos llevó por el camino hacia una recuperación de la que hoy disfrutamos”.
En este sentido, Víctor Vidal subraya que la situación de la Comunidad de Montes es muy distinta de lo que era hace cinco años. En la parroquia de Chandebrito se lleva invertido en el último lustro un millón de euros, de los cuales más de 600.000 provienen de fondos propios de la Comunidad de Montes, procediendo el restante de instituciones públicas, ONG, empresas, colegios, etc. Además, explica que, hoy en día, “disfrutamos de un porcentaje de más del 30% de especies autóctonas que se fueron plantando en el monte comunal; y espacios que se recuperaron donde antes había especies invasoras como el eucalipto”.
El presidente de la Comunidad de Montes destaca la intervención de Galicia Ambiental con el proyecto Árbores de Cinza, calificándolo como “fundamental” en la reaccón social provocada por los incendios de Chandebrito. Esta acción provocó que “muchas personas y entidades que de alguna manera no conocían mucho el problema se sensibilizasen con la parroquia”.
Árbores de Cinza, un proyecto de Galicia Ambiental
De este modo, con motivo de los incendios en los montes de la parroquia de Chandebrito en 2017, la Asociación Galicia Ambiental presentó el proyecto Árbores de Cinza, una acción que permitiría comprar una parte del patrimonio natural quemado y cuyo importe iría destinado a programas de reforestación con especies autóctonas de las zonas afectadas por los incendios. Así, quienes colaboraron con un donativo, pudieron recibir en sus casas las cenizas de una parte de los miles de árboles quemados, acompañadas por instrucciones para poder utilizarlas como fertilizante natural. El proyecto ha destinado el 100% de su presupuesto a los proyectos, mediante un criterio de asignación 33/33/33 (porcentaje dedicado a: acción reforestadora, acción divulgativa escolar, acción de comunicación on y off line). Más de 70.000 euros fueron movilizados con tal fin, con la ayuda de financiadores privados.
El proyecto ha sido financiado mediante el apoyo de organizaciones de probado compromiso ambiental: la fundación C&A, de la cadena de textil del mismo nombre y que es una de las pioneras en el uso de algodón sostenible; y el Festival de la Luz. El proyecto también ha contado con la colaboración de la agencia de publicidad Tiempo BBDO que, con Pablo Ardid al frente, pilotó una campaña que consistió fundamentalmente en un vídeo que fue el eje de la acción desarrollada por Galicia Ambiental. Además, sirvió como punto de inflexión y de llamada de atención.
Galicia Ambiental, en su proyecto Árbores de Cinza, recuerda que la acción prevista para 2023/2025 se basa en dar continuidad al mensaje: "Pon las cenizas de un árbol gallego en tu casa; con este gesto pondrás árboles en los montes afectados por incendios forestales". Si durante los años pasados se realizó una primera acción financiada por crowfunding, seguida de una de creación de infraestructuras patrocinada por la Fundación C&A y una tercera acción de repoblación con patrocinio del Festival de la Luz / Luz Casal, en esta nueva fase se buscan dos objetivos principales. Por una parte, se pretende dar continuidad efectiva al trabajo iniciado en 2017 con nuevas jornadas de divulgación en centros escolares, colectivos sociales y ciudadanos a los que se entregará la popular “bolsa de cenizas”, invitando a colaborar en las acciones de reforestación. Además, transmitirá el mensaje del proyecto: prevención y preservación de la biodiversidad. Por otra parte, en este nuevo período se duplicará la acción de reforestación incorporando otras Comunidades de Montes de la zona interior de Galicia. El objetivo es fomentar una mentalidad de prevención contra incendios y preservación de la biodiversidad.